Desde que estamos en el vientre de nuestra madre el ritmo está presente en nuestra vida. Ritmos internos, externos, corporales, sociales y aquellos asociados a la naturaleza nos acompañarán durante toda nuestra existencia.
Lo cierto es que el ritmo nos permite conexiones neuronales que garantizan nuestra salud, armonía, seguridad y bienestar. Por ello, la importancia de aprovecharlo como un ayudante en la crianza, sobre todo en los primeros 6 años de vida.
- Orden y estructura.- Es muy importante que los niños entiendan los ritmos del día y la noche, de las diferentes estaciones del año y las festividades para poder anticiparse a algunos acontecimientos. Esto les brindará mayor seguridad.
Los ritmos bien diferenciados crean vitalidad y fortaleza para nuestros pequeños. - Educación física y musical.- El ritmo tratado a través de las canciones tiene aspectos significativos como el movimiento y la palabra. A través del movimiento corporal se expresan ideas, emociones y sentimientos, evitando la utilización de gestos convencionales.
El canto, por su parte, es una necesidad y un acto espontáneo que desarrolla su capacidad de expresión artística y afectiva. - Correctas funciones orgánicas.- Para contar con buena salud es indispensable que cada órgano funcione a su ritmo óptimo. Algunos de estos ritmos no están completamente establecidos al nacer. Según Rudolf Steiner, fundador de la pedagogía Waldorf, es vital ayudar al niño a dormir y respirar bien mediante actividades rítmicas.
- Capacidades motrices.- Ayuda al desarrollo de las capacidades motrices (caminar, correr, saltar, juegos de destreza, precisión etc.) y la formación del sistema nervioso.
- Creatividad y expresión de sentimientos.- Una parte importante del ritmo es el juego libre. Aquí, el niño expresa sus sentimientos y desarrolla su creatividad y expresión artística. A diferencia de la rutina (donde todo es lo mismo), el ritmo contiene una estructura básica en dónde hay pequeños cambios de acuerdo a algunas variantes naturales.
- Reducir berrinches.- Con un ritmo regular nuestras hijos aprenderán que hay un lugar, un momento y un camino adecuado para cada cosa. Esto ayudará a evitar que sea un niño iracundo o propenso a rabietas.